Desde Glasgow: St Andrews y el Reino de Fife

Bienvenido al Reino de Fife: este recorrido promete una deliciosa mezcla de impresionantes costas, maravillas medievales y relatos de tiempos antiguos, todo ello entretejido en una experiencia fascinante.
Tu primera parada en este recorrido es ver el Monumento a los Kelpies, y puede que agradezcas que no sean tan enormes en la "vida real". Creados por el artista Andy Scott, estos iconos están modelados a partir de los caballos Clydesdale Duke y Baron, símbolo del linaje de caballos pesados a lo largo de la historia de Escocia que ayudaron a dar forma a la región circundante de Falkirk.

Dejando atrás estas sobrecogedoras criaturas, es hora de emprender un agradable viaje en coche por la ondulada campiña del Reino de Fife hasta Falkland. El palacio de Falkland domina este antiguo pueblo, y fue una de las principales residencias de la antigua familia real de Escocia, los Stewarts (Estuardo). Aparte del palacio, el pueblo es sencillamente uno de los más bellos de Escocia, con un conjunto de antiguas casas de campo y estrechas calles serpenteantes. Por no hablar del subidón que se llevarán los fans de Outlander cuando reconozcan este lugar como la localización de la Inverness de los años 40 en la popular serie de TV.

A continuación, el lugar que estabas esperando: la ciudad medieval de St Andrews. San Andrés es el patrón de Escocia y, según la leyenda, sus restos fueron a parar a la costa de Fife. St Andrews alberga también la tercera universidad más antigua de Gran Bretaña y un hermoso castillo en ruinas encaramado a un acantilado. Dispones de unas tres horas para explorar esta fascinante ciudad.

Mientras regresas hacia Glasgow, te detienes en Queensferry Crossing, y tienes una magnífica vista de uno de los mayores monumentos de Escocia construidos por el hombre, el puente ferroviario del Forth.

Llegarás a Glasgow a primera hora de la tarde.

Para garantizar la disponibilidad de la reserva lo antes posible. Vale la pena reservar con antelación, especialmente si planeas el viaje durante la temporada alta, como los días festivos o los fines de semana.

La cancelación no es posible. Si lo cancela o no se presenta a la excursión, se le cobrará el precio total de la actividad y no se le devolverá el dinero que pagó.