Belgrado: Visita al patrimonio otomano

Belgrado fue un importante asentamiento fronterizo del Imperio Otomano. Acompáñanos en un recorrido único que te hará retroceder cinco siglos en el pasado.
¿Has oído alguna vez la historia de los proscritos y los jenízaros? ¿Y el fenómeno del tributo de sangre (devshirme)? Bienvenido a Belgrado, un importante asentamiento fronterizo del Imperio Otomano, un centro religioso que contaba con más de 200 objetos religiosos islámicos activos y donde funcionaron escuelas islámicas durante décadas. Numerosos ejércitos otomanos pasaron por Belgrado en su conquista de ciudades centroeuropeas. Acompáñanos en un recorrido único que te hará retroceder cinco siglos en el pasado. Conoceremos su influencia, que hoy puede verse en los Fuertes de Belgrado, la Torre de Nebojsa, así como la Puerta Zindan del siglo XV y la fuente de Mehmed Pasa Sokolovic, erigida en 1576. Daremos un paseo por las partes antiguas de la ciudad hasta el bebedero de Cukur, lugar donde un niño serbio se enfrentó a los soldados turcos y provocó una crisis internacional. Contempla la mezquita de Bajrakli como uno de los lugares bandera de la ciudad, el único ejemplo conservado de arquitectura sacra islámica en Belgrado. No muy lejos de la mezquita podrás visitar la Türbe (tumba) del jeque Mustafá, erigida a finales del siglo XVIII. El relato continuará con la historia de la gran lucha contra el Imperio Otomano y la creciente implantación de palabras turcas en la lengua serbia que duran hasta nuestros días. Lo resumiremos todo entrando en la Casa de la Princesa Ljubica, donde podrás ver cómo era la vida cotidiana en la Serbia gobernada por los otomanos. En las localidades que hemos mencionado, cada roca espera impaciente para contar su historia. Acompáñanos a descubrir numerosas influencias de la civilización islámica, que hacen de Belgrado lo que es hoy.

Para garantizar la disponibilidad de la reserva lo antes posible. Vale la pena reservar con antelación, especialmente si planeas el viaje durante la temporada alta, como los días festivos o los fines de semana.

La cancelación no es posible. Si lo cancela o no se presenta a la excursión, se le cobrará el precio total de la actividad y no se le devolverá el dinero que pagó.