Bucarest: Peles y el Castillo de Drácula en Viaje Privado de un Día

Deja atrás Bucarest para adentrarte en las montañas, tradiciones y leyendas medievales de Transilvania.
En esta excursión de un día, viajarás a las sombras de los Cárpatos, donde los cuentos de Drácula perduran en el interior de las torres góticas del castillo de Bran. También explorarás el castillo de cuento de hadas de Peles, en Sinaia, escondido en el bosque y clasificado entre los palacios más bellos de Europa.
Nuestro viaje parte de Bucarest, y en unas 2 horas estarás en la ciudad de Sinaia, donde disfrutarás de una visita al Castillo de Peles, la residencia de verano del primer rey de Rumanía, Carol I de Hohenzollern, de origen alemán. El castillo de Peles es una obra maestra de la arquitectura alemana del nuevo Renacimiento, construido a finales del siglo XIX, considerado por muchos uno de los castillos más impresionantes de Europa. El castillo de Peles fue el primer castillo europeo totalmente iluminado por corriente eléctrica. Fue utilizado como residencia de verano por la familia real durante más de 50 años, y la decoración interior original aún se mantiene intacta.
Continuarás el viaje, y en aproximadamente una hora conduciendo por los Cárpatos, llegarás al Castillo de Bran para conocer la historia de Vlad el Imapler. También llamado Castillo de Drácula, rodeado de un halo de misterio y leyenda, debe su fama a sus imponentes torres y torreones, así como al mito creado en torno al Drácula de Bram Stocker. A lo largo de la historia, el Castillo tuvo una misión estratégica al ser la frontera entre Transilvania y Valaquia. Estrechas escaleras de caracol conducen a través de unas 60 salas de madera, muchas conectadas por pasadizos subterráneos, que albergan colecciones de muebles, armas y armaduras que datan de los siglos XIV al XIX.
Por la tarde estarás de vuelta en Bucarest.

Para garantizar la disponibilidad de la reserva lo antes posible. Vale la pena reservar con antelación, especialmente si planeas el viaje durante la temporada alta, como los días festivos o los fines de semana.

La cancelación no es posible. Si lo cancela o no se presenta a la excursión, se le cobrará el precio total de la actividad y no se le devolverá el dinero que pagó.